Revista especializada en delincuencia

Un problema de cultura a través de casos concretos

In Contextualización on abril 22, 2012 at 5:55 pm
César Ponce (Hoppes nº9)

La hemeroteca de actos violentos que rodean al deporte es inacabable y se renueva cada día. La Web de RTVE, en su completa estructura, ha creado recientemente un pequeño rincón donde informa y almacena en modo denuncia casos aislados que se dan en todo el mundo. No basta ya con acuñar el manido argumento de “locos hay en todos los sitios” o “suponen sólo una pequeña minoría”. Hay que elevar el fenómeno al grado que se merece, no magnificando la difusión de estos hechos cuando sucedan, sino actuando con diligencia para minimizarlos en el futuro. De esa opinión es Antonio Hernández Mendo, psicólogo especializado en deporte, quién aporta un modelo socializador de la escuela de Leicester que demuestra que la violencia va desapareciendo a medida que la sociedad adquiere cultura. Más que denunciar y dar voz, por tanto, hay que educar en la cultura del deporte para erradicar los casos más graves y los pequeños conatos que sin desembocar en tragedia ni tener difusión, también se producen. Existe un problema de educación deportiva, pero que no debe tampoco crear posturas extremistas, pues como recuerda Hernández Mendo “todos los fines de semana hay espectáculos deportivos y el porcentaje de actos violentos no es tan elevado para la percepción que acercan los medios de comunicación”.

Revisando el citado armario donde la Web de RTVE amontona desgracias deportivas, llaman la atención dos aspectos: El primero de ellos es que la mayoría tienen que ver con el deporte rey, el fútbol. Según Jorge Garzarelli, también especialista en psicología deportiva en la Universidad de El Salvador, esto sucede porque “es el deporte más masivo, el que más gente mueve y que provoca que cundan emociones violentas e identificaciones con líderes violentos”; En segundo lugar sorprende la escasez de sucesos que afectan al deporte español (a pesar del gran seguimiento de espectáculos deportivos en nuestro país) en relación al ámbito internacional.

Se puede percibir en muchos de los casos algún propósito político que actúa de detonador y se mezcla con los valores más instintivos y primitivos del deporte conformando un cóctel imparable. Otras veces la mecha se enciende por la rivalidad entre aficiones. También hay casos, los más absurdos, que se generan a raíz de un éxito deportivo que provoca la exaltación de los seguidores. La inflamación llega por diferentes vías, la mayoría relacionadas con la cultura del deporte, y desembocan en episodios de violencia, en ocasiones incluso devastadores: 300 personas destrozan el mobiliario urbano de Barcelona en la celebración de un éxito de su equipo; cinco seguidores del Granada heridos por una avalancha durante la celebración de un gol; cinco ultras serbios siembran el caos en Génova; bengalas peligrosas en Bélgica; paraguazo a un linier en pleno partido; decenas de muertos en un partido de la liga egipcia; pelea entre dos jugadores brasileños durante la disputa de un partido; seis personas heridas por un enfrentamiento entre aficiones; disturbios causados por aficionados que esperan al árbitro a la salida del vestuario; seis jugadores detenidos en Argentina por agresiones racistas; agresión a un joven gaditano por llevar la camiseta de la selección española; pancartas amenazadoras de muerte en un estadio de fútbol; violencia musulmana en un partido derivada de enfrentamientos políticos; hinchas que irrumpen en el campo a agredir a jugadores; seguidores egipcios acusando al ejército de prepararles una encerrona; muere un seguidor del Athletic de Bilbao por enfrentamientos previos a un partido de su equipo

Los ejemplos y titulares son múltiples y muchas veces los sufren personas inocentes que sólo buscan entretenimiento, pasión y emoción al acudir a un recinto deportivo. Sin dramatizar pero con firmeza es necesario erradicar este problema, que lo es y grave.

Recomendable un documental de TVE sobre violencia en el deporte donde se analizan casos concretos y se mira al futuro con preocupación pero barajando soluciones.

  1. […] un escenario deportivo donde se acepta cierto clima de violencia y una cultura mejorable, se echa en falta mayor movilización de los medios deportivos para intentar erradicar la […]

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