ESTEBAN ORDÓÑEZ/ HOPPES Nº9
La población inmigrante siente la discriminación social. Registros policiales discriminatorios, prohibición de la entrada en algunos establecimientos y, muchas veces, el miedo contrayendo la cara de una vecina que se cambia el bolso de hombro o se lo aprieta hasta imprimirlo en las costillas. Un informe publicado por el equipo de expertos en comunicación de la Universidad de Salamanca especifica que los agentes de comunicación proyectan una imagen negativa de la inmigración y contribuyen a generar exclusión social a nivel colectivo.
Los trabajadores de los medios aplican unas normas de autorregulación destinadas a rebajar el conflicto social. La redactora jefe de sucesos del alicantino Información, Mercedes Gallego, niega que exista en su diario una voluntad de generar una imagen perjudicial: “Obviamos todo rasgo de etnia o nacionalidad en nuestras noticias sobre delincuencia, salvo que hablemos de actuaciones de mafias, entonces sí creemos que aporta una información extra”. Desde El País la redactora de sucesos Rebeca Carranco coincide con Gallego: “Nunca se nos ocurriría criminalizar a nadie por su procedencia. Además, la delincuencia, en general, es un asunto que conlleva una realidad compleja que intentamos retratar”.
Sin embargo, el trabajo en la redacción, perseguido por las exigencias de la actualidad, pocas veces permite recabar fuentes de contraste que alejen al lector de ideas preconcebidas. Una crítica común entre asociaciones contra el racismo y observadores de la comunicación es la escasa presencia de inmigrantes como actores activos. Para la responsable de comunicación de SOS Racismo, Jose Peñín, “nunca se les toma como fuentes de peso, sólo se recurre a ellos como testigos de un suceso; así se mantiene la imagen estereotipada”.
Por otro lado, los mecanismos de autorregulación de los profesionales, en conflicto con las dinámicas de trabajo, no liman el arraigo de los prejuicios. Las redes sociales y foros de las distintas cabeceras están preñadas de comentarios condenatorios y racistas. “Creo que hay una xenofobia subyacente en la sociedad, es algo independiente de la condición social y el nivel de formación. Basta un pequeño motivo para que lancen balones fuera y se tiren contra el inmigrante”, lamenta Gallego.
Hoppes nº9 
[…] asegura que el trabajo en su diario se apoya en la igualdad de trato a todos los individuos: “No mencionamos la nacionalidad en el titular. Aparece en el cuerpo de texto porque aporta informa… Este compromiso ético del periódico no evita, sin embargo, la estigmatización de las minorías. […]